lunes, 17 de marzo de 2014

No aguanto

No aguanto este ágora, esta angustia, esta rabia. No me aguanto a mi mismo, mis actos, mis no actos. Ni siquiera mis ojos aguantan su sequía, mis dientes no soportan las sonrisas y mi espalda sus cargas, sus lacras.

Cambiar es la promesa, eterna, casi utópica. Viajar al hasta nunca con un recuerdo, bañarme en el mar de la dulzura y sentir su brillo inmerso en mis ojos. Brotes de esperanza en cada mirada perdida por el insomnio. Hacer una guerra a escala, mi cama como trinchera, tus piernas como salvación a esta vida rota.

Mirando atrás veo a ese niño, feliz con sus juguetes y leal como ninguno. Veo el amor en esos ojos azules y la cortesía en cada gesto. Escucho sus quejas como peticiones de súplica, el sabía lo que iba a pasar. Luchando por el hoy, el hoy que se perdió. Luchando por un sueño, sueño que se cumplió.

Caer en los mismos estereotipos, caer en vuestros mismos fallos. No aprendéis. Quejaros de nuevo en lo que os hizo,  pensar que cambiará, la sociedad no es sitio para nobles. No déis oportunidad a lo distinto, a lo que no gusta entre la masa. Guiaros por lo que os tienen vendido, lo bueno, lo superficial. Vais a caer de nuevo.

Escribir desahogos como Dante, amor como Garcilaso o una revolución como el Che. Poesía como Sabina o esperpento como Valle-Inclán. Escribas de culto o realidad como Bukowski, hablar de lo que nadie quiere oír, nadie quiere sentir. 

Hablar palabras vacías como el resto, yo me bajo. No aguanto. 

"Buscando la pureza de lo único".

No hay comentarios:

Publicar un comentario