martes, 30 de diciembre de 2014

Invicto vencido

Sean bienvenido a mi caos, a mi abismo. Donde la incertidumbre se hace rabia y la falta de respuestas es rutina. Los intentos de cambio caen como un paso en falso y destruyen las esperanzas por romper el marco de la penumbra. La oscuridad es mi luz, la vida mi muerte y la libertad mi condena. Sin solución ¿Cómo se rompe un futuro? Mis sueños de escapar atados a unos labios.

Juro y prometo que lo intenté. Jamás pequé de no poner de mi parte. No es cura de humildad, más bien es la hegemonía de una vida condenada a los continuos intentos de evadir el fracaso. Volví a caer. Volví a creer que se podía, que era un tiempo nuevo y una nueva mentalidad se abría ante mí. Pero no, era la misma mierda vestida de seda, trayendo el recuerdo de anteriores abismos. Que todo lo hice por ti, porque prometí que este año me mirarías desde el cielo con orgullo. Porque la honestidad y el esfuerzo no se negocian y la humildad es la daga más poderosa que me inculcasteis. La nostalgia es poesía, su figura es poesía, el dolor es poesía y la ambición de las personas nobles es poesía.

No me encontré, tampoco lo intenté. No me conozco yo, no trates de entenderme tú. Identificado con nada, sin referentes, sin patrones. Me crié en la escuela de pasa ese litro, del "chin-chin" en el barrio para que nada cambie. Y a día de hoy, mantengo con orgullo mi premisa. Veinte quince.

"Que los que callamos el dolor somos los que lo vivimos".

martes, 9 de diciembre de 2014

Beber para creer

Párteme la boca pero dime al oído la verdad. No me cuelgue sus galones, mi integridad no está en venta. Ya me cansé, perdí de nuevo el norte. No tengo que demostrar nada, ellos ya me juzgan sin pronunciarme. Me mantengo al otro lado del muro, contemplando la banalidad de sus retóricas. De cómo cambian de persona sin confiar en los demás. No me tengan estima, pues así no les defraudo. Prefiero ser quien soy, las consecuencias no las pienso asumir. No quiero cerca su hipocresía, creo en la verdad de las personas. Creer en unos labios como salida de esta celda, como punto y final a una historia oscura. Sin arrepentirme de lo que fui, no quiero volver a ser quien era. Joder, ya rompí mis cadenas para dejar a un lado mis complejos. Que no soy el mejor ni lo seré, no espero que los ojos que me miran lo hagan con bueno gusto. No quiero méritos que no he conseguido, ni siquiera premios que me atribuyan. Que no quiero vuestra vida banal y superficial, que me basta con lo que tengo. Tan joven pero tan viejo, Sabina decía la verdad. Joder, mirarles, no creen en nada y nada les afecta. Es un mundo casposo donde la realidad se disfraza con caritas bonitas escondiendo el odio.

Mamá, entiéndeme. Como quieres que lo deje si solo el alcohol me da cariño. Si vivo en un mundo paralelo, donde los hombres se hacen fuertes con principios y no levantando pesas. No soy un extraño, ojalá lo fuese. Miro más por su endereza que por la mía, por la risa de mi segunda madre antes que por disfrazar mi rabia contra los problemas. Si solo quería un paraíso platónico. De amor real y lujuria entre sábanas. Que no prometí el cielo, pues lo primero es no engañarme. Que mi meta no está en sus límites, ni mi mente en su falsa alegría. Que me valgo de pequeñas cosas, porque el infinito lo deshago con dos versos, deslizando mi dedo en tú espalda. Que no joder, que no. Que no son utopías.

De que me servirá alcanzar su cima si seguirán sin ver la pureza. Si nunca han contemplado la verdad de unos ojos por no ceder a sus prejuicios. Estira bien la venda, no veas la guadaña. Aprieta bien los dientes antes de escupir tus sentimientos. Me juzgan sin conocerme, están perdiendo el tiempo.

"Juicios en la boca, historias en la retina". 

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Antisocial

Yo, mi guerra interna, mi Vietnam, mi propio yugo. Lo tengo asumido. Odio. Esa es la puta palabra grabada a fuego desde que era un crío. La desconfianza, el olvido, la presión que sostener cuando recae en ti la responsabilidad. El amargo sabor de un beso que cae en el olvido, la ternura con la que un padre se parte la cara por darle un plato de comer a su hijo. 

No hay conciencia. Sobran palabras, faltan hechos. Son mis propias contradicciones escritas en prosa. Son los dardos de la diana que solo se centra en el hoy y el ahora. Valores no quedan, miramos cabizbajos el futuro que nos venden. Nos abrieron puertas y las cerramos, joder, no queremos ser como ellos. No se equivoquen, no nos falta ambición. Nos vamos a partir la boca una y mil veces; por principios, por la sangre de nuestra sangre, por unos labios, porque no queremos un puto límite impuesto, porque apreciamos la belleza del fracaso y porque sabemos que la noria de la vida siempre gira en la misma dirección. Vivir con la certeza de que no hay certezas, con la única religión que impone la filosofía del parque. Porque las verdades más puras y admirables no salen en los libros, la poesía no se plasma en un papel, está ahí fuera. Lo agradable no es solo dulce, porque nos gusta lo amargo y repetir. 

Lealtad a fuego como Montana. Prosa e ideales como Lorca. Todavía me la juego a solas con la malta, mi caos. Sácame de esta ruina o ven conmigo.
El cielo tan lejos de aquí.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Éxodo

Lo tengo superado pero, camarero, el próximo sin hielo. Acerca la botella y vete, no quiero estar con nadie, la gente apesta. La humanidad deshumaniza, que tópico. Faltan personas libres, almas puras y conciencias tranquilas. No solo el oro brilla, es más, no merece la pena. Perdí la esperanza tan joven y tan viejo de espíritu, sus cábalas deambulaban por laberintos con salida de emergencia. Hacen falta méritos.

Humildad, esfuerzo y constancia hasta la grandeza, no suena tan utópico. Son noches de poesía bajo el flexo, de malta y de ceniza. Son días rutinarios sin una vía de escape. Tus sueños en un frasco, la nostalgia en mi llavero, la virtud de disfrutar la soledad, de conocerse y odiarse a uno mismo. "Pero si todo está en la calle, yo solo pongo la antena. Tú piensa por ti mismo, no te creas esas películas. Está todo hecho y todo por hacer". Perdido en noches de vigilia, en los textos de algún poeta maldito y en el recuerdo de aquél niño de 12 años que soñaba con ser alguien. El ruido de la calle, una litrona y manos frías. La soledad del ser atado por el yugo. Estigmas en mi piel, otros hundiéndose en la droga. Tantas musas recurrentes para una prosa tan forzada. 

"Pero bueno, ¿tú te crees que has descubierto América?, todo eso de las rayas, el sexo, si todo eso está inventado joder, entre todos sabemos más, miramos más lejos, nos apoyamos unos en otros. Hay que cuestionarse la realidad, desobedecer al sistema, es que cada generación tiene que reinventarse al mundo, hacerlo suyo."


Nunca fui de los mejores, no encajó en sus cánones.





martes, 28 de octubre de 2014

Solo calma

Tercos, atroces y en ocasiones horribles. Una sociedad de déspotas que crecía entre palos y heridas, sin imaginación y sin hora de vuelta. Con la coartada de ganar respeto a base de peleas. De hundir al otro y acabar en la cima, para caer por propio peso. Nunca me gustó la armonía del éxito, siempre preferí respirar humildad. 

No teníamos encanto alguno, ni tan siquiera labia. Condenados a la vida entre farolas y el humo de los adultos. Los bares nos atrapaban, mientras que el parque era la escuela. Los libros nos enseñaron a ser brillantes, pero no a ser personas. No era envidia, era odio ajeno. Crecer era sencillo en la escuela del "no podrás". Aprender a olvidar sin perdonar, de afrontar y nunca huir. Madurar era una ofensa, nadie quería ser adulto. Los adultos odian y se esclavizan. Creerme, he visto a jóvenes en mi generación con más valores que esos inhumanos. 

Si pienso en mí día a día solo oigo el ruido de la cafetera y mi guerra interna contra mí mismo. Insoportable. Agonía provocada por el insomnio y la doble malta, por la persuasión del canon. Estigmas en mi cuaderno de bitácora. Escritos entre botellas de ron añejo. Quedaros con vuestros topes, yo soy mi límite. 

"Sácame de esta cloaca o púdrete conmigo"



martes, 21 de octubre de 2014

Relatos (4)

"Yo no conocía a nadie. No me importaba. No me gustaba Nueva York. No me gustaba Hollywood. No me gustaba el rock. No me gustaba nada. Quizás tuviese miedo. Eso era, sentía miedo. Querí sentarme solo en una habitación con las persianas bajadas. Me recreé un poco en ello. Yo era un chiflado. Un lunático. Y Lydia se había ido". 

"Acabé mi bebida y me sirvieron otra. Empecé a sentirme como un chulo mantenido y era magnífico. Ayudaba a mi melancolía. No hay nada peor que estar en la ruina y ser abandonado por tu mujer. Nada que beber, sin trabajo, sólo las paredes, sentarse allí mirando a las paredes y cavilando. Así es como vuelven las mujeres a tí, pero hace daño y a ellas también las debilita. O eso me gustaba creer". 

"Ella me gustaba. Era bueno tener un sitio adonde ir cuando las cosas iban mal. Recordé los viejos tiempos en que, cuando las cosas iban mal, no había ningún sitio adonde ir. Tal vez aquello había sido bueno para mí. Entonces. Pero ahora no estaba interesado en lo que pudiera ser bueno para mí. Me interesaba sentirme bien y saber cómo parar de sentirme mal cuando las cosas anduvieran jodidas. Cómo volver a sentirme bien otra vez". 

- No quiero joderte -dije yo-, a veces me porto mal con las mujeres.

- Te he dicho que te quiero.

- No lo hagas. No me quieras.

- De acuerdo -dijo ella- no te quiero, casi te quiero. ¿Esta bien así?

- Es bastante mejor que lo otro.

"Acabamos el vaso y nos fuimos a la cama". 

"Mujeres" (Charles Bukowski). 

miércoles, 8 de octubre de 2014

Inestable

Cuando el dolor mime tus párpados, el ruido nutra tus amenazas y otro atardecer caiga sin ofrecer consuelo, recuérdame. La senda del perdedor, el naufragio del inestable, bala pérdida que vive por principios, cadenas de libertad. 

Todo el mundo odia, poca gente ama. Acabaré solo, con los pulmones prutefactos y el hígado en quiebra, agarrado a la botella como hizo grande a Bukowski o tentando a la suerte como Joaquín Sabina. No os culpo, soy mi propia causa de muerte. ¿Vas a hablarme de lo dura que es la vida? Vete a Pakistán y cuéntales tus problemas. No somos quien para hablar de drama. La envidia se convierte en alimaña que ataca a los débiles y hace fuerte a los que ya lo son. Ingratos. Vivimos tercos y con prejuicios artificiales, ¿quién te dijo que no eras preciosa? Algunos viven airados del mundo y centrados en su burbuja, odiando sin remedio a cada persona que cruza su camino. Otros crecimos fuertes porque nos enseñaron que no hay que huir, que la suerte es un ámbito de cobardes y las cosas se merecen por propios méritos.

Poesía no solo son cuatro versos que riman dos a dos. Poesía son tus dientes clavados en mi cuello, tus ojos perdidos en la infinitud del horizonte o el eco de tus gemidos retumbando en mi pecho. El cielo no es límite, el límite está en ti, en tus metas y tus promesas. Cobardes disfrazados de héroes, baile de máscaras en la laguna de mis ojos.

"Cielo, nos separa un infierno". 


lunes, 15 de septiembre de 2014

Ciclos

Salir del pozo para volver a él, el yin y el yang se vistieron de luto al otro lado de este barrio. El Karma no es tan justo como lo venden y el Edén queda demasiado lejos si lo mereces. Las estrellas pintan un cielo sin clemencia, donde los grandes descansan de una vida carnal. El viento campa a sus anchas levantando las conciencias de los más vanales, que buscan entre ron y humo una solución a su quimera. 

Mentir para caer al limbo, desde pequeño mascando el mismo odio. Los niños no tienen malicia, el egoísmo del hombre los hizo débiles. La frustración es el cáncer de la memoria, no alimentar tus metas te hace volver a la cuerda floja. ¿Qué por qué? Por nada, solo evito acabar entre tantos sin escrúpulos ni endereza suficiente para aguantar el tipo y salir a flote en los malos momentos. Disfrutar de mis preciosas depresiones y sacar provecho de ellas, la palabra y su suave daga que se te clava para seguir entre miradas. La vida no es cómo la pintan, las apariencias marcan la pauta y el interior no se descubre. El velo en los ojos y la mirada al suelo, vida de devotos que no confían ni siquiera en su palabra. Si me atrapan odiarme, si me evado odiarme.

El futuro lo veo por el retrovisor de la nostalgia, mis aciertos y mis derrotas. Caímos en cientos de batallas y acabamos poniendo a cuatro por el moño a la puta realidad. El climax de esta aventura se acabó al mandar todo a la mierda mientras los versos fluían en armonía. No se aprende nada cuando todo lo pintan radiante, en la oscuridad del ser aprendí por mí mismo sobre las cosas importantes de la vida, no las que quieren que sepa.

Mis paraísos momentáneos.

sábado, 9 de agosto de 2014

Madrugada

02:30 de la madrugada, un puto sábado cualquiera. La gente normal viste ropas elegantes y se atiborra a alcohol en algún antro, otros buscan calor entre dos piernas, el resto simplemente duerme. No es extraño que yo este en uno de los escasos parques de mi barrio, abriendo otra de malta y dejando la mente en blanco. No hay nada que pensar.

Mis problemas se concentran en 33 cl de líquido color oro que amarga con cada trago, a la vez, van curando las heridas que encuentra a su paso. El cielo se viste de luto y la luna de gala. El ambiente trae el aroma de siempre, a lo lejos un horizonte uniforme y dudas que se antojan eternas. El pasado queda lejos, aunque siempre en la memoria, no se esfuma nunca, como aquél fallo que me perseguirá toda la vida. Fuera hay ruido, pero en mí solo encuentro música. Fuera hay ruido, pero en mi interior solo hay paz.

Pasan más de las 02:30 y sigo sentado, nada me invoca a levantarme. El cielo refleja mis derrotas y yo le amordazo con mis victorias, soy un rehén más de la nostalgia. 

"Si soy seré leyenda en otro cuento de ese falso". 

miércoles, 16 de julio de 2014

Relatos (3)

Pidió su tercer whisky con hielo, ritual que le perseguía desde hace varios años atrás, se apoyó en la barra y echó un trago. Divisó el local por encima del vaso y sus ojos se clavaron en la sombra de una figura que bailaba en el centro de la pista. Más de un hombre se había perdido en aquellas curvas, y más de dos volvería a perderse para no encontrarse jamás. Levantó la mirada y se fijo en su rostro, parecía pálida, pero le devolvió la mirada con una sonrisa. Postrado en aquella barra de antro, donde algún viejo loco había escrito algunas de sus mejores obras, contemplaba a la hermosa muchacha y su sutil contorno. La chica se acercó.

Por un momento olvidaron el mundo de odio que les rodeaba y marcaron el rumbo contra el sexto mandamiento. Sus caderas no daban respiro alguno y el alcohol tocaba a su fin. Pidió dos copas más, después la botella. Lejos del Edén inventaron un paraíso mudo, la manzana del pecado parecía ridícula ante aquellas caras de lujuria y pasión contenida. Ella hipnotizaba al insensible con su suave contoneo. Él bebía para que su palabra fuera sincera. Pasaban las horas y ninguno se cansaba, el tiempo parecía inmune ante la atracción de aquellos cuerpos.

El amanecer entraba en escena, aunque a ellos no parecía importarles. El drama quedaba lejos y un breve susurro acabó con cualquier acometida. Fuera había ruido, pero ellos solo sentían el silencio. Eran ellos, no había nada ni nadie más. Ellos.

Rabia acumulada en mi almohada y pasión bajo mis sábanas.


Delicadeza

No dejes que la presión te impida seguir.
En las buenas cientos, en las malas pocos de ellos vi.
Se lo caro que puede salir un fallo,
con el culo pegado a los bancos aprendimos latín.

Tras la fatiga un merecido descanso,
saboreo mis victorias porque conozco el fracaso.
Tengo malos humos como Vince frente al espejo
y manejo con el boli como Coltrane con el saxo.

Respeto y comparto, me estremezco al recordarte ¿sabes?
Los contratiempos me han jodido ya unos cuantos planes.
Escribo letras en honor a la verdad,
gasto mis días echándole un par en la ciudad del Manzanares.

Mantén despiertos los sentidos, confía si te dan motivos,
corre si tienes que hacerlo amigo el tiempo es oro.
Escarmentados y curtidos ya aprendimos lo jodido que seguir en pie y seguimos a pesar de todo.

lunes, 7 de julio de 2014

Relatos (2)

Entonces volvió a su cuarto, necesitaba retocarse. Se sentó en el tocador y abrió una botella de whisky, cogió algunas pinturas para las mejillas y rellenó su vaso. Sus ojos delataban lo acontecido, lágrimas negras y gotas de rímel que marcaban el camino hasta el salón. Se sentía feliz a pesar de todo, había hecho lo correcto. 

Encendió la radio para despejarse mientras se quitaba aquel estrepitoso maquillaje, bebió un trago y prosiguió. Ya casi había acabado cuando escucho al pequeño llorar. Fue a su habitación y le cogió en brazos, lo llevó hasta su cuarto y le encendió la tele. El pequeño se tranquilizó. Rellenó el vaso con los mismos hielos y se pinto los labios. Estaba estupenda. Se puso de pie para colocarse el vestido y se amoldó el pelo. Terminó el whisky y se sirvió el tercero. Llegó el momento. 

Con la botella en la mano ando hasta el salón y tiró el vaso. Allí estaba él. Seguía arrojado en el suelo con el pelo empapado en sangre y el pecho desnudo. El orgullo le costó caro. Se tumbó junto a él y le dio un beso, la química que desprendían aquellos labios sin vida le hizo escupir una lágrima. Por un momento pensó en quedarse allí tumbada junto a él, cómo si no hubiera pasado nada, cómo si fuese una noche más, pero tenía que hacerlo. Se puso de pie y se colocó los tacones, el último regalo que le había hecho. Abrió la ventana y echó un vistazo, nadie parecía enterarse de lo que pasaba. Cogió el teléfono y marcó el 112, lo dejó descolgado y volvió a la ventana. Era el momento. Se agarró la falda para ponerse de pie, dio un último trago y tiró la botella. Saltó. 

Volvía a tener la conciencia tranquila, volvía a sonreír aunque fuesen unos breves segundos. El cielo de Manhattan se quedó de luto ante la caída de aquella mujer. El suplicio había llegado a su fin. 

"Mezclando génesis con lágrimas negras".

domingo, 6 de julio de 2014

Relatos (1)

Se levantó aturdido, con la vista nublada y aún con síntomas de embriaguez. Fijó la mirada en la ventana y contempló el horizonte: bloques de piso y luces difuminadas en aquella medianoche oscura. Junto a la mesita de noche encontró su ropa al lado de algunas botellas de licor vacías, había tocado fondo. A duras penas logró sacar una pierna de la cama, el sol se reía de él desde la lejanía y las sábanas le suplicaban que volviese. Se sentó en el borde y sacó un cigarrillo, lo encendió y dio un par de caladas, fuerza suficiente para levantarse completamente. 

Allí estaba ella, su pelo desprendía olor a pecado y sus curvas se prolongaban a lo largo de la cama. Sus piernas llegaban hasta el infinito mientras que sus brazos mostraban una piel suave, era una diosa. Aquella respiración lograba una relajación mayor que las olas del mar o el silencio, sus ojos en entredicho, pestañas perfectas y labios sin filtros. Nunca fue un entendido de la literatura o la música, pero supo apreciar la lírica de aquellos labios y la poesía de esos ojos. Su ropa aún pendía del pomo de la puerta, la noche fue muy larga y aún dormiría un par de horas. 

De pie y sin prisa aquél muchacho volvió a darle una calada al cigarro, abrió la ventana y dejó que la brisa nocturna acariciase su barba. Miraba a las personas desde allí, todos tan tranquilos sin saber que en aquella habitación hubo una de las más sobresaltadas guerras. El mundo era suyo, se sentía el rey.

La chica abrió un ojo y sonrío: 

- Aún sigues aquí.

El chico respondió con una sonrisa.

- Pensé que no estarías, me dijiste que esto no sería amor. Dime, ¿Qué es?

Y le lanzó aquella mirada que le había encandilado horas antes, una mirada que derretía el hielo de las copas y atravesaba las retinas de cualquier hombre hetero.

- No es amor, esto es real.

jueves, 26 de junio de 2014

Sólido

La elegancia de Sabina y el solfeo de Coltrane animando tardes de verano a merced de los vestigios de cualquier loca. Prometieron tantas cosas y nadie cumple, dime, ¿cuántos son honrados? Sigo sin encontrar la banda sonora que me hacía dormir de crío, sigo sin escuchar tú respiración cuando me levanto. El verso se hizo cura, la mente se hizo fuerte.

Mientras tú no has roto un plató yo cambié tres vajillas, no somos todos iguales, tampoco somos distintos. Amanece el alba y sales a contemplar la mañana, el sol se ríe en tú cara y la cama pide réplica. La lucha entre Adrián y mi yo es continúa, no hay tregua. La trincheras son para cobardes, vamos a pecho descubierto. No tenemos miedo del que dirán, tenemos miedo a cambiar, evadirnos de nuestra situación por el humo de tantas utopías fracasadas. Seguimos adelante, con las de perder a ganar, gloria o ruina. Exigencia propia, no nos vais a ver suplicar nada. Los días vuelan por propia inercia, cuelgan del árbol de la rutina, el que mató tantos sueños de aquél muchacho. 

Balas pérdidas y eternas promesas, pólvora mojada y traición, venderme tópicos. Darme un prototipo conforme a la realidad, por aquí nos sacudimos vuestros ideales por si se nos pegan. Solo queda aguantar. 

"No hago lo que debo, pero a ti ya no te debo nada".

jueves, 29 de mayo de 2014

Veintena

Madre, el pequeño se hizo hombre, quién lo diría. "A todos nos toca crecer hijo" y yo no me lo creía. Dos décadas de existencia y dos estrellas que me miran desde arriba, coraje y ambición para seguir adelante contra todo. Largo camino. 

Hay una razón que no engaña a nadie, el tiempo. El tiempo cura y jode todo lo que toca, se pasa y vuelve, te da la vida y te la quita. Si miramos el reflejo de lo que fuimos sucumbimos al poder nostálgico de estos, pero a la vez queremos salir adelante, no nos queremos arrodillar ante nadie. Somos capaces de todo y de nada, de la gloria o de la ruina. Somos testigos de como los trenes no frenan en nuestra ventana, de como la autopista del destino se deshace en la mera ilusión que proyecta. Os centráis en las expectativas que todo el mundo desea, no buscáis dentro, amor propio y para los demás. Diferencia.

Si hiciese un balance de mi vigésima parte de vida os aseguro que no sería negativo. La vida es una zorra vestida de seda, dulce y amarga, que nos odia y a la que amamos. Son las ganas de salir adelante, de lograrlo todo o por lo menos intentarlo, de conformarse con nada. La cruda realidad de mirarse al espejo con rabia cada mañana y ver el cambio, la esencia permanece y los sueños caen en picado. Aquellas  tardes de críos, el tiempo era nuestro peor sicario y la felicidad se reflejaba en esos rostros. Vivir sin preocupaciones, como lo anhelo, andábamos metidos en líos pero eramos los más felices. Ignorantes del futuro que se avecinaba, que más daba, sí teníamos imaginación y para chuches la tarde adquiría sentido.

El barrio cambio y nosotros crecimos, cambiamos las chuches por alcohol y las tardes por noches de tranquilad. No se confundan, nuestras noches de viernes eran distintas. La noche consistía en cerrar el bar más lúgubre y cercano, agarrar unos cuantos litros de amarga malta y sentarnos en el banco del parque a conversar sin preocupaciones. El humo y el sabor a cerveza helada iban inundando el ambiente, las vistas desde el parque eran preciosas, el mundo estaba a nuestros pies. No teníamos nada que no fuera libertad en la cabeza. Míranos, tampoco hemos cambiado tanto.

"Ni tan agradecido ni encantado, de haberme conocido, lo confieso".

jueves, 22 de mayo de 2014

Guante Blanco

Buscando orgullo bajo un tubo con hielos, algún destello de esperanza que no se rinda fácilmente, la fe ciega en una mirada. Serenidad, tranquilidad, amor propio, la paz. Aquí las cosas se logran con méritos propios, que no nos regalen nada. Baja la mirada y observa, esa jungla de cuerdos y locos solo quiere verte caer. Hasta el más duro de esos chicos lloraría por un beso, por unos labios que ablanden su coraza.

Esta vida maravillosa e injusta no está hecha para débiles ni honrados, está vida dubitativa en la que todo gira en torno a lo material, donde lo espiritual no se ve con buenos ojos y en la que manda la insensatez y la deshonra. El odio y la rabia hierve, la bondad se esconde y los buenos corazones están en peligro, pues los capullos se aprovechan de su fragilidad. El amor está hecho para unos pocos aunque todos participen, el miedo y la cobardía se encargan de romper miradas, de hacerte olvidar la lujuria, el erotismo, de partirte la cara cuando todo estaba pactado. Que decir de la amistad, queda poco tan verdadero como ello. Con una mano los cuentas, un apoyo siempre agradecido.

Huir de lo vanal, perseguir una utopía. Apostar el doble, el triple, vida solo hay una, despierta. Lo interesante no es lo que imponen, los cánones que mortifican e impiden la felicidad de tantos con sus absurdas modas. Mira al del espejo, incúlcale ambición, un objetivo que merezca la pena por difícil que parezca. Sin trampas, valentía. Lo que no es arriesgado no se recordará, piensa por lo tuyo y por lo de los tuyos. Orgullo para tú familia, a la mujer que te dio la vida y la pareja que te hizo hombre. A los abuelos que te apoyaron cuando todo apuntaba oscuro, cuando no había luz al final del hoyo. Lealtad, recuerda, lealtad y coraje. Este mundo es demasiado hijo de puta como para tomarlo en serio.

A pesar de todo seguimos en pie

martes, 13 de mayo de 2014

Entre las cuerdas

Partirme la boca, pero decirme cara a cara la verdad. Mi conciencia está tranquila, la tormenta ya amainará. Ando en el alambre, colgando de sus ojos. Ando en el alambre, mis principios, mis valores. Tanto y tanto drama, se os ve el plumero, trato de soñar pero es otra noche más de insomnio. Una caída más, un desvelo ocasional, que se convierte en costumbre cuando mi abuela me llama y me dice que esta mal. Valiente hijo mío, valiente como tú abuelo. No lo conocí, tampoco me conozco a mí , no somos tan distintos.

Velando por su apariencia, ya perdí mi norte, no me deis un mapa, no hay dios que me soporte. Cambiando al del espejo, es difícil engañarlo, si pierdo la paciencia se hace crudo cada verso. Lo siento, yo soy lo que recibo, si explico mis carencias le quitamos gracia a nuestro juego. Apuesto caballero enséñeme las manos, a quién pretendes engañar, el mundo no está hecho para honrados. Coraje y orgullo, el cielo clama venganza, escupieron en mí cara por recriminar que sus principios los vendieron por monedas. Al final, el bueno no es tan bueno, lo entenderéis algún día cuando os sonrían y por la espalda os apuñalen. Agradecido desde crío, como me enseño mi abuela, estoy en guerra con Dios por llevarse a la gente buena. 

Conozco los finales desde el principio, siempre es el mismo juego, la reina de corazones no sabe valorar lo que tiene. Lo perderá. Escúchame padre, que lo dejo, que abandono. Que quiero ser otro en este mundo de devotos. Endereza, te lo aseguro, se valerme por mí solo, pero no me abandones padre, ayudaré con lo que tenga. La familia es lo primero, nos lo enseñaron en la escuela, la escuela de la calle entre parques y noches de malta. No se olviden de mí, mis compadres, antiguos amores. Pronto estaré de vuelta, os prometo volver a lo que fuimos, porque no a cualquier conocido se le considera amigo. Siempre lo dije, nunca me cansó, "la lealtad por encima", que quede bien claro. 
"Que se acuerde de mí, cuando le ponga otro el anillo". 


viernes, 25 de abril de 2014

Hijos del desastre

Balas perdidas, la eterna promesa. Delirios de grandeza en un alma cabizbaja que cuenta los días por mera inercia, monotonía. Arriba y abajo, subir para caer a plomo. Ambición del niño roto, hecho hombre con un fin tallado. Venganza de los más sutiles amantes que vagan por el mundo sin un corazón que vibre al son de la melodía. Armonía en el mundo del Sálvese quién pueda, de las caras bonitas y los corazones vacíos, de los errores continuos contra la misma roca, de personas sin principios, de la luz y de las llamas, de manos sucias y conciencias tranquilas. 

El odio escondido en sonrisas, no hay nada más ruin. La esperanza de que todo cambie, para bien o para mal, es indiferente, la necesidad es cambiar, ver la luz al salir del túnel. ¿Destino? No confío en la suerte, lo que tengo me lo he ganado, como mi mala fama. No esperes de nadie, o casi nadie, el orgullo y la envidia juegan el peso de la baza y acaban tirando uno a uno tus naipes. ¿Cuántos prometen? ¿Cuántos cumplen? Desconfiado tampoco, están contados, tenemos el mundo en la mano y voy a luchar por ponerlo a mis pies, codicia y deseo. ¿Libertad?, la libertad aparece cuando me despeja la mente con una mirada, cuando acabo con cada texto que escribo, cuando el final de la botella asoma. Al fin y al cabo, somos jóvenes.

La paz interior, eso que tanto anhelo y jamás encuentro. Se viste de seda y se pasea de cama en cama, sin distinciones, sin complejos. Camina como una meretriz entre las brumas, se contonea y se burla, te odia y te necesita, lo sabe y lo sabes. 

"Hijos del desastre, generación perdida".

martes, 15 de abril de 2014

Vestigios

¿Qué cojones buscáis en un mundo en decadencia?
En unos valores que no miran más allá de un par de piernas.
¿A quién esperáis en un mundo de traidores?
Si hasta la más fea del baile conoce lo que es un mal de amores.

Infernal, como el último beso o la última balada,
viviendo a solas en guerra con el alma en bancarrota.
Clerical, abstracto y consumido por mir ganas,
las llagas de los nudillos son por no articular palabra.

Piensa en lo que eres y demuestra lo que vales,
sal con un par de razones para no ser uno más.
No quiero galones solo el brillo en esos labios,
recuperando mis alas, no miraré hacia atrás.

Espera, que el tiempo lo mejora por momentos
si ves de que pie cojeó  la muchedumbre clama al cielo.
Aislado por instinto, sociable por compromiso
la distancia me repugna como el odio por la raza.

Un puño en el cielo por los que ya no están

Mucha paz para los que leen esto.

sábado, 5 de abril de 2014

Pecado

Me habláis de ideales, me vendéis principios, una personalidad honesta y honrada, pensáis en el buen camino, en alcanzar la gloria sin probar el infierno. Buscáis la felicidad sin haber sufrido de verdad, el amor de vuestra vida sin haber llorado antes, un amigo fiel sin haber sido traicionado por tantos. Utopías. 

El edén lo alcanzó en una mirada sin necesidades materiales ni privilegios ante nadie, la felicidad no me preocupa, estoy bien así. Me gustaría no depender de nadie para poder afrontar días complicados, sin necesidad de que me animasen mañanas, de que me evadieran de pensar en tardes grises, no esperar a que alguien me alegre la noche, poder vivir por mí mismo. Pero no es así, imposible. Lealtad, ante todo, dignidad y respeto, valores de los que la gente habla sin tener ni idea de como demostrarlos, principios que dicen mantener, que venden por dos piernas o por tener un nombre. Hipocresía. 

Respetando al que respeta, no tenéis ni idea de lo que es un pensamiento leal, humilde, honrado y digno, recurrís al tópico y me aterra ¿Qué futuro le espera a las persona de buena voluntad? ¿la gloria o el drama? ¿firmeza o recaídas? Escupís en la cara de tantos que afrontan con sinceridad cada problema, luego pedís un cambio para volver a caer en la misma persona, en el mismo fallo, en la misma actitud. Vivimos en una absurda espiral  que gira por caras bonitas y bolsillos llenos, no se busca más haya de lo material ¿Dónde están los valores inculcados de críos? Doy gracias, una vez más, a esa familia que me brindó unos principios decentes, al menos para mí, unos fines más allá de los que la masa se encarga de imponer. Quitaros la venda.

Rabia, alcohol, eternidad. Vuelven los días de tormenta a mi ventana. 

"Os miro como a títeres, se os ven los hilos"

lunes, 24 de marzo de 2014

Insomnio

Cuando todo te viene grande y las fuerzas te fallan, cuando piensas en tus carencias y caes a plomo. Cuando ni siquiera algunos versos consiguen apaciguar las llamas de las yemas, cuando sientes la impotencia de no actuar por instinto. 

La guerra no solo está ahí fuera, también en mi cabeza. Gracias a Dios que dije no a la violencia. Me autodestruyo sin pensar, ya lo que faltaba, aún así tengo animo de continuar, quien lo diría. Escribir hace tiempo se hizo costumbre, no moda, ojalá nunca lo sea. El drama de muchos es la alegría de otros tantos, mientras vemos como pasa otro anochecer sin hacer nada por evitarlo. La lírica de sus ojos acabará por extinguirse, yo seguiré aquí sentado, con ganas de agarrar el mundo por el cuello, pensando en el porqué de mis actos, tenue y agotado. 

Volveré al juego con las de perder, a ganar como siempre, tirar la toalla está demasiado visto. Ese amanecer y algunos versos me concederán la fuerza suficiente para escapar de mi Vietnam interno. Fieles a sus principios aguantan tempestades, los débiles del rebaño huyen y mienten como cobardes. Cuchillos a la espalda, pero la verdad a los ojos, cara a cara y firme mirada, no bajes la guardia. En este "sálvese quien pueda", pocos resistimos, van cayendo con el aire de la primavera los capullos que aún con nosotros se codean. 

Dime que no y lo dejo, me olvido, desisto. Las ojeras me persiguen y mis manías aún perduran, paciencia. 
Estoy harto de mi mismo, ni me soporto ni me importa. 

"Buscando la pureza de lo único, cuando lo único era no morir de pánico"

lunes, 17 de marzo de 2014

No aguanto

No aguanto este ágora, esta angustia, esta rabia. No me aguanto a mi mismo, mis actos, mis no actos. Ni siquiera mis ojos aguantan su sequía, mis dientes no soportan las sonrisas y mi espalda sus cargas, sus lacras.

Cambiar es la promesa, eterna, casi utópica. Viajar al hasta nunca con un recuerdo, bañarme en el mar de la dulzura y sentir su brillo inmerso en mis ojos. Brotes de esperanza en cada mirada perdida por el insomnio. Hacer una guerra a escala, mi cama como trinchera, tus piernas como salvación a esta vida rota.

Mirando atrás veo a ese niño, feliz con sus juguetes y leal como ninguno. Veo el amor en esos ojos azules y la cortesía en cada gesto. Escucho sus quejas como peticiones de súplica, el sabía lo que iba a pasar. Luchando por el hoy, el hoy que se perdió. Luchando por un sueño, sueño que se cumplió.

Caer en los mismos estereotipos, caer en vuestros mismos fallos. No aprendéis. Quejaros de nuevo en lo que os hizo,  pensar que cambiará, la sociedad no es sitio para nobles. No déis oportunidad a lo distinto, a lo que no gusta entre la masa. Guiaros por lo que os tienen vendido, lo bueno, lo superficial. Vais a caer de nuevo.

Escribir desahogos como Dante, amor como Garcilaso o una revolución como el Che. Poesía como Sabina o esperpento como Valle-Inclán. Escribas de culto o realidad como Bukowski, hablar de lo que nadie quiere oír, nadie quiere sentir. 

Hablar palabras vacías como el resto, yo me bajo. No aguanto. 

"Buscando la pureza de lo único".

miércoles, 12 de marzo de 2014

Apaga, es tarde

Queda menos, es tarde, todo acaba, se acerca y huye. Combatiendo contra viento y marea y aún así tengo ganas de sentarme a escribir. No sé el por qué, ni falta que hace, pero si me lo pides caigo, es así. 

Los días pasan y pasan, anochece cada vez más tarde y el sol ilumina la risas de los niños alegres. El amanecer ya no es el que era y sus buenos días no me llegan, las ojeras me delatan y mi santa madre no sabe como decirme que duerma en condiciones. Si tú supieses madre. 

Sigo perdiendo el norte con cada trago, sigo buscando tú recuerdo en el fondo de la botella, dime cuál es tú estrella para buscarte. La vida se consume y ya rondo la veintena, con la barba rasposa y mi mala fama, como siempre me gustó estar. El molde al que todos acuden lo deje atrás hace tiempo, que se peleen ellos por una vida normal y rutinaria, no merece la pena. Vivir el día a día es complicado, siempre buscamos el futuro prometedor que nos vendieron y recordamos el pasado de mierda que vivimos. Aún seguimos en la línea equivocada. El sol primaveral ya asoma en la ventana y los versos de Neruda reflotan por mi cuarto, tabaco y malta en las heridas, ardo.

Y que más te voy a contar, todo sigue igual de distinto y a la vez cambia para igual.
Salir del bucle.

Mírame, mis ojos son rabia.

"Me he ganado lo que tengo, me he ganado lo que no tengo". 

jueves, 20 de febrero de 2014

Al otro lado del muro

Sin más respiro que este atardecer
sin más objetivo que no hundirme.
Crecimos rápido sin fe, así nos va
fuerza y pulso para el tramo.

Contemplo un día más, o una día menos
luz y luna, todo igual, aguantando el tipo.
Sacar una sonrisa o perder la tuya en el intento,
volar con un perfume o esquivar dagas entre brumas.

Escribiendo mil batallas y ninguna me sana,
pierdo el juicio antes de tiempo, no veo otra salida.
Se acaba otra de malta y el sol baja peldaños
en mi ventana poco margen, angustia y esperanza.

Dame una respuesta o una vía de escape
darme problemas para llenar este vacío.
Ideales permanentes, mi mente ya no te encuentra,
sácame de esta cloaca, o púdrete conmigo.

"Dime que me odias pero dímelo mirándome a los ojos"






lunes, 17 de febrero de 2014

Madurar y negarse

Soy ese al que tú madre no quiere que te juntes.
El que está en la barra agarrado a la botella, mirando de reojo su libro y el ambiente, tenue.

Soy aquél que no sonreía, amagando las caricia.
El que vive el presente sin pensar las causas de este, inconsciente y experto.

Soy el mismo que lo dio todo por ellos, hermanos.
El que cae y se levanta, cae y se levanta, así mil veces para no hundirse, aburridos.

Soy uno de tantos otros que odia a la masa, antisociales.
El que brilla y reluce por sus fallos, al que nadie juzga por sus actos, acertados.

Soy prosa y verso, soy lírica y vinillo, libre y preso, harto.
Buscando la verdad en sus ojos, verdad en ruinas, continuo martes 13.

No soy nadie y soy el mejor, escoria y referente, ambigüedades.
Acostumbrado a palos, puñaladas, besos de judas y sogas al cuello, no aprendo.

"Tantas veces abajo, tan pocas arriba".




miércoles, 12 de febrero de 2014

Matices y Esperanzas

"Podría ser mejor para el mundo, pero igual no quiero serlo". 

Si quisiese ser como el resto me ataría la soga, me pondría la venda, obviaría lo obvio y esquivaría la desgracia ajena. Viviría rodeado de sonrisas falsas, de puñaladas en la espalda, amigos traidores y extraños amantes. Me guardaría mis ideas, asumiría las establecidas, no lucharía por nada, afirmaría con la cabeza, negaría con el corazón. Escupiría alegría, me guardaría la rabia, sería amable con quien no lo merece y hundiría ruinmente al que se la juega por mí. Viviría pensando en el beneficio, en las apariencias, en lo que piensen de mí. No simpatizo con vuestra forma de ver el mundo. Salí rana, bala pérdida, inútil nunca. 

Triste es perder la esperanza, la lucha, romper con principios y escapar por codicia. Soñar con barreras y establecer límites, no tocar el cielo. Tristes son las lágrimas de los niños, la rabia de adolescentes y la violencia en los mayores. El racismo, la xenofobia, el odio, la derrota, gritos contra escudos, dramas entre la ruina. Triste en perder todo por engaños, romper familias por las drogas, adorar a los que te tienen preso, crecerte con victorias. Triste es el dolor, el rencor y la pobreza. Triste.


martes, 11 de febrero de 2014

Contra todos.

"No me gustó lo que vi. Entre hombres y mujeres no había ninguna osadía o brillantez especial. Deseaban lo que todo el mundo deseaba. Existían también ciertos obvios casos mentales a los que permitían deambular sin perturbarlos. Yo había observado que tanto en el extremo muy rico o muy pobre de la sociedad, a menudo se permitía que los locos se mezclaran libremente con los demás. También sabía que yo no era completamente sano. Todavía sabía, como cuando era niño, que albergaba algo extraño en mi interior. Me sentía como destinado a ser un asesino, un asaltante de bancos, un santo, un violador, un monje, un ermitaño. Necesitaba algún sitio aislado para esconderme. Los barrios bajos eran desagradables. La vida del hombre normal y sano era tediosa, peor que la muerte".

"Parecía no haber alternativa posible. Y la educación también era una trampa. La poca educación a la que me había permitido acceder me había hecho más suspicaz. ¿Qué es lo que eran los doctores, abogados y científicos? Tan solo eran hombres que habían permitido que los privaran de su libertad de pensar y actuar como individuos. Volví a mi cobertizo y bebí".

"Ahí sentado bebiendo consideré la idea del suicidio, pero sentí un extraño cariño por mi cuerpo, por mi vida. A pesar de sus cicatrices y marcas, me pertenecía. Me miraría en el espejo del armarios y sonriendo burlonamente diría: si te vas a ir de esta vida, puedes llevarte a ocho, diez o veinte contigo..". 

"Era agradable sentarse solo en un recinto pequeño y beber y fumar. Siempre supe hacerme compañía". 

"Algunas personas nunca hacen locuras, que vidas tan horribles deben llevar" (Charles Bukowski).


domingo, 9 de febrero de 2014

Culpables.

Se me parte el alma, no lo soporto, que enfrente de mi ventana se disputen una migaja de pan que llevarse a la boca, no lo soporto. Aborrezco el dolor ajeno, porque en ocasiones lo siento propio, tan propio como en aquél momento en el que salí por la puerta y vi como una madre con sus dos hijas se peleaba con un anciano por una misera barra de pan, que tiró mi compañero horas atrás. El cielo clama venganza. 

¿Cómo le explicas a un padre sin esperanza, que sus hijos tienen que crecer rebuscando entre basura y escombros? ¿Cómo le explicas que son sus hijos los que trapichean con drogas para llevar el dinero a casa? ¿Cómo le explicas a tus hijos que no pueden llevar una vida, cuanto menos humilde, por culpa de hombres trajeados? ¿Cómo le explicas que no van a tener las mismas oportunidades que los demás niños de su edad?

Son los críos los que pagan las consecuencias de las acciones presentes, son ellos los que con 15 años merodean el barrio, utilizados por adultos sin escrúpulos, para llevar a cabo la venta de droga. Los que reciben dinero para sus familias a cambio de declararse culpables de esas ventas, los que tienen que convivir con el dolor de una familia rota, padres borrachos o malviviendo en espacios estrepitosos. Son ellos. Los que luchan por escapar del barrio, pero están unidos a él por sus familias. Los que deberían estar en la escuela y dándole patadas a un balón, están rodeados de jeringuillas y ruina. La amistad es uno de los pocos valores nobles que poseen, de las pocas.

Dios aprieta pero no ahoga, explícaselo a ellos.




martes, 4 de febrero de 2014

Mala fama.

Rabia, odio, ira en la mirada.
Ruina, drama, angustia del día a día.
Lucha, pasión, venganza entre las sábanas.
Excusas, portazos, lágrimas en despedidas.

El cielo está tan lejos, condenado directo al infierno,
La música despierta fieras, la bebida calma el dolor.
Mala fama ganada, estereotipos fracturados
¿Quién dijo "no serás grande"? Repítelo.

Apariencias no dicen la verdad, estigmas,
normas que nada cambiarán, derechos.
Frustraciones entre los jóvenes, carencias,
versos de odio buscando amor, pararme.

Malos días para la lírica, malos días para crecer.
Duro invierno sin un abrazo, largo otoño sin atardecer.
Bellas dudas que son costumbre, verdades tristes que se deshacen.
Larga vida a aquél poeta, mal fario para el que no quiere ver.




martes, 28 de enero de 2014

Infancia.

Eramos así, no queríamos ser de ningún otro modo.

"Todos proveníamos de familias víctimas de la Depresión y la mayoría habíamos crecido enormemente. La mayoría de nosotros, creo, no recibía el menor amor por parte de su familia, y tampoco lo necesitaba de nadie. Eramos de risa, pero la gente llevaba mucho cuidado con reírse delante nuestro. Era como si hubiéramos crecido demasiado pronto y estuviésemos aburridos de ser niños. No les teníamos respeto a los mayores. Eramos como tigres en la jungla".

"No sé lo que era, pero teníamos algo especial, y lo sabíamos. Lo podías ver en el modo en que nos movíamos y hablábamos. No hablábamos mucho, lo dábamos todo por sobreentendido, y eso era lo que ponía negro a todo el mundo, el aire de seguridad en nosotros mismos que despedíamos".

"La senda del perdedor" (Charles Bukowski).

viernes, 24 de enero de 2014

Pan para el hambriento.

Si la bendita fe no quita el hambre

Dime, ¿qué es un rey para un mendigo?
¿Qué es la suerte?, ¿Qué es la ley?, ¿Qué es el destino?
Qué es lo divino para el que vive en el alambre,
si la bendita fe no quita el hambre.

Dime cómo se mide la vida y el infinito,
dime qué es la justicia, cuando sobrevivir es un delito.
Dime si sabes cómo silenciar el grito,
que se posa en mi garganta igual que un pájaro maldito.

Aprendía a vivir sin miedo, a cantar con furia,
a limpiarme las lágrimas con la lluvia.
Ya desde niño con el hambre como escuela,
el mundo de recreo y la calle bajo mi suela.

Crecí corriendo como potro sin establo,
en un hombro Dios y en otro el diablo.
Quemando el presente, luchando a diario,
con sangre impaciente, esperando que llegue lo extraordinario.

Y el barrio fue mi ruedo, la calle el juego,
donde niños se hacen hombres, a sangre y fuego.
Y es justo luego, cuando empiezas a entender,
que si no se tiene nada ya no hay nada que perder.

Sharif, el increíble. 

viernes, 17 de enero de 2014

A tientas, sin frenos.

"Mientras tú duermes, el mundo ahí afuera grita"

Valores y principios que se venden por monedas,
caras bonitas que abren más puertas que una carrera.
Escoria en el poder y valientes entre miseria,
locos por dos piernas vendiendo joyas por las drogas.

Aprendimos a cambiar, pero nunca lo intentamos
pensamos por lo nuestro y no escuchamos al resto.
Los ojos de mi abuela clavados como estacas,
los besos que te di, se esfumaron con el alba. 

Si escribo es por desahogo, la pasta no me llama
la rabia de mi ciudad busca a gritos la victoria.
Sin Dios que nos oiga, ni que nos salve,
salimos del paso como podemos, que nadie nos juzgue. 


"Nada que esconder socio, menos que ofrecerte"