En unos valores que no miran más allá de un par de piernas.
¿A quién esperáis en un mundo de traidores?
Si hasta la más fea del baile conoce lo que es un mal de amores.
Infernal, como el último beso o la última balada,
viviendo a solas en guerra con el alma en bancarrota.
Clerical, abstracto y consumido por mir ganas,
las llagas de los nudillos son por no articular palabra.
Piensa en lo que eres y demuestra lo que vales,
sal con un par de razones para no ser uno más.
No quiero galones solo el brillo en esos labios,
recuperando mis alas, no miraré hacia atrás.
Espera, que el tiempo lo mejora por momentos
si ves de que pie cojeó la muchedumbre clama al cielo.
Aislado por instinto, sociable por compromiso
la distancia me repugna como el odio por la raza.
Un puño en el cielo por los que ya no están
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