domingo, 15 de septiembre de 2013

La vida les debo.

"Más grande que el odio, la política y la biblia, es el amor de mi familia y el amor de mis hermanos."

Ya pasaban varios días en los que no conseguía escribir algo que mereciese la pena ser publicado, debe ser que me encuentro en un buen momento y la inspiración desaparece sin decir adiós. Y como si ella lo supiera, me llamó y me dijo: "¿Que tal todo cariño? Estudia mucho y déjate de tanta fiesta, tonto pelaó. Un beso muy grande." 

Era ella, mi segunda madre, mi abuela. No me dio la vida el día que nací, me la dio día a día desde el 29 de Mayo del 94 hasta ahora y nunca me ha pedido nada a cambio. Te das cuenta de que la familia siempre esta ahí. Aunque te pases la vida en guerra con tu padre el seguirá partiéndose la cara día tras día por ponerte un plato en la mesa. Aunque no te guste cuidar a tus abuelos, ellos te cuidaron a ti cuando apenas podías andar. Y aunque estés siempre discutiendo con tu madre, es ella la que te dio la vida y seguirá dándola hasta cuando no pueda más.

Es difícil darse cuenta de todo ello, hasta que no te sientes solo o te ves sin salida no te das cuenta del amor de tu familia y su esfuerzo por sacarte adelante. Te lo dan todo y muchas veces no lo sabemos valorar, es un error. No tuve la suerte de tener un hermano pequeño al que cuidar o un hermano mayor al que echarle las culpas de todo, tampoco pude conocer a uno de mis abuelos que falleció cuando apenas yo era un proyecto, pero tuve la suerte de nacer en el seno de un familia humilde y de buena voluntad. 

De cada miembro de mi pequeña familia he llegado a aprender algo valioso. Mi padre me enseño el esfuerzo, el pasar fuera de casa 12 horas al día para que nunca faltase algo que llevarse a la boca. Mi madre no solo me dio la vida, sino que me enseño a exprimirme al máximo, a darlo todo en todo y a no dejarme menospreciar por nadie. Sin ella hubiera sido un mindundi más al que tomar el pelo. Mi abuelo, mi abuelo me enseño el valor de la superación, a pesar de su sordera nunca tuvo miedo a socializarse. También supo como divertirme en la pequeña cochera, jugando con un cubo de agua y un paquete de arena. Mi abuela, que decir de la mujer por la que me rompería la cara una y otra vez, me enseño la generosidad y la humildad, aprender a vivir con poco y compartirlo y sobretodo me enseño a ser persona, a saber que la familia y los amigos esta por encima de todo.

Mención especial para mi abuela Araceli, fallecida hace apenas 7 meses tras años y años de lucha contra todo tipo de enfermedades. Una guerrera nata, llena de valentía y coraje que paso media vida en el hospital porque el de arriba no saber ser justo. Me acompaña allá donde voy y sigue bajando cada noche para arroparme, en gloria estés porque te lo mereces. 

Puede que no sea una de las mejores entradas que he escrito, es más, puede que sea la más importante para mí y la que peor he escrito, pero de vez en cuando hay que agradecerles una pequeña parte de todo lo que ellos han dado por mí.

Larga vida a mi familia.
Descanse en paz. 

"Solo conozco una maestra, me enseño a caminar vivir es extra."


1 comentario:

  1. Pues yo no creo que sea la entrada que peor hayas escrito, me gusta bastante. Muy fan de como escribes.

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